Te ofrecí mi nieve manchada
y la aceptaste
y la abrazaste
y la rodeaste con tu calidez
y la aceptaste
y la abrazaste
y la rodeaste con tu calidez
Creé, creaste, creamos
bellísimas esculturas de humo.
Apenas duraban visibles
pero su efecto subsistía largamente.
bellísimas esculturas de humo.
Apenas duraban visibles
pero su efecto subsistía largamente.
Odié las grandes mareas
y preferí disfrutar
las nimias, constantes,
las que atraviesan el tiempo (sin [des]aparecer).
y preferí disfrutar
las nimias, constantes,
las que atraviesan el tiempo (sin [des]aparecer).
Dos órbitas
que encajaron maravillosamente
y, sin chocarse,
vuelven a encontrarse a la noche.
que encajaron maravillosamente
y, sin chocarse,
vuelven a encontrarse a la noche.
Casualidades que inundan
de luz, ilusión,
y llenan de feliz harmonía
sin apenas esfuerzo.
de luz, ilusión,
y llenan de feliz harmonía
sin apenas esfuerzo.
« ...y te convertiste en poesía... »