Párate a pensar un momento y fíjate en tu corazón. ¿Lo sientes lleno de cortes, que cicatrizaron y parece que te cuenten una historia? Entonces éste es tu lugar. Gracias por molestarte en leerme.
viernes, 20 de diciembre de 2013
sábado, 23 de noviembre de 2013
Espejos
lunes, 7 de octubre de 2013
Castillos de cristal.
domingo, 8 de septiembre de 2013
Aliento de vida. Final.
Abrió los ojos y se empujó con todo su ímpetu hacia la superficie, para evitar que sus pulmones se llenaran de agua.
Conteniendo la respiración, avanzó por las profundidades y, aunque no estaba seguro de que podría llegar, lo hizo.
Sacó la cabeza e inhaló con todas sus fuerzas. Su cuerpo agradeció la oxigenación repentina.
Era consciente de que debía salir del cauce o a saber a dónde le llevaría la corriente. Pero para ello, tendría que nadar perpendicularmente al empuje del agua y, por mucho que lo intentara, no podía evitar que le venciese aquel coloso de la naturaleza.
Recordó que, siendo un ángel, podía probar a batir las alas y volar. Al hacerlo, descubrió que unas plumas mojadas no son especialmente propicias para el despegue.
Empezaba a pensar en rendirse.
«Quizás la corriente me lleve a alguna playa tranquila», pensó.
Miró hacia el horizonte para vislumbrar dónde acababa aquello y cayó en la cuenta de que había pecado de optimista.
Ante sus ojos, se encontraba una cascada y, por el sonido, se podía deducir que era un salto formidable. Aquello explicaba el ruido de fondo que llevaba oyendo hacía unos minutos, pero, entonces, no lo había relacionado con peligro.
Empezó a nadar, ahora con renovado ánimo, pues le empujaba las ansias de supervivencia.
Llegó a estar a un par de brazadas de la ribera. Sin embargo, en ese instante, un saliente puntiagudo se le clavó en el costado, desestabilizándole, y haciendo que perdiera la concentración.
Cada vez, se acercaba más al abismo y, por lo visto, las cosas no se iban a poner fáciles solo deseándolo.
Mientras pensaba, no había previsto que no poseía tanto tiempo, y, cuando miró otra vez, tenía ante sí ya el final.
De repente, llegó y cayó al vacío.
Volvió a intentar a volar y agitó las alas. Esperanzas vanas, no se iban a secar en un tiempo récord.
Maldijo el momento en que decidió bajar del Cielo para poder contemplarde cerca aquella bandada de palomas, que luego resultaron cuervos, que volaba entre las nubes.
Abajo, en las oscuras aguas de la laguna que se formaba tras la catarata, le esperaba yo, La Muerte, pues me había adelantado cuando empezó a caer, después de haberle acompañado todo el recorrido.
Y cuando tocó la superficie, la gravedad le arrastró hasta el fondo, y pereció al no poder contener la respiración el suficiente tiempo como para contarlo.
Pero había cumplido su sueño antes de morir, aunque luego resultara una ilusión, y por eso, lo hizo sonriendo.
sábado, 24 de agosto de 2013
Incendios de nieve.
Hacía años que había dejado de sentir. Cada vez que echaba una mirada a su interior, solo encontraba un corazón que no latía, un corazón que había perdido calor y se hallaba anclado en su lugar gracias al hielo que se había formado a su alrededor. Dentro, ya no quedaba ni un ápice de calor, y (probablemente) jamás podría vencer esas capas y capas de frío. O, al menos, eso pensaba.
Vivía su vida con una pasividad pasmosa. Los hechos se sucedían uno tras otro a su alrededor, pero ella no los procesaba como propios. Era como si estuviera viendo una película, sí, podían afectarle los acontecimientos pero al rato, perdían efecto. Y cuando los recordaba, los pensaba en tercera persona.
De esta manera, pasaban los días, y la apatía cada vez se apoderaba más de su ánimo, el hielo cubría más y más su pecho, y la indiferencia ante la idea de la muerte (o más bien, la atracción, porque supondría un cambio en esa rutina que la asfixiaba) aumentaba.
Y, entonces, apareció. Ni siquiera planeaba que aquello acabara así, pero fue un proceso tan natural, tan gradual, que cuando se dio cuenta, ya estaba calada hasta los huesos, cuando abrió los ojos, descubrió un resquicio en ese largo invierno que albergaba dentro. Tampoco se molestó en luchar, pensó que (quizás) al ignorarlo, desaparecería por sí mismo. Pero se equivocaba.
Pasó de sonreír por inercia y con una dosis alta de cinismo, a hacerlo de ilusión, de pequeñas raciones de felicidad.
Alegrías asociadas a cierto nombre, que su mera mención, le provocaba reacciones que había olvidado.
No podía decir que se había enamorado, porque no, era distinto. Era un amor como la marea, que sube y baja pero siempre se mantiene sobre la misma línea y sabes que seguirá allí aunque te esfuerces por evitarlo.
Llegó un momento que la echaba de menos. Demasiadas veces. Pero ¿qué posibilidades tenía ante tal ejemplo de humanidad increíble?
Y un día, todavía no se explica cómo, acabó confesándoselo. Pero más inverosímil fue aún, la reacción. De algún modo, acabó dejando fluir todo el torrente de emociones que llevaba conteniendo demasiado tiempo, empezó el hielo a derrumbarse, primero poco a poco, y al final, a trozos gigantescos. Le daba miedo, es cierto, pero estaba dispuesta a vencer ese miedo por esas sonrisas, por esa calidez que sentía en el pecho cada vez que le decía (o susurraba) " Te quiero", por poder contemplar esa mirada que le decía tanto y la derretía completamente, por esos besos sabor fresa, o por esa voz que la hacía sentir más viva.
jueves, 25 de julio de 2013
Aliento de vida. Dos.
Despertó con los primeros rayos matutinos. Abrió sus ojos para contemplar con hastío la jaula donde estaba encerrado, lamentándose por su falta de movimirento.
Abrió las pequeñas alas grises, y empezó a dar pequeños círculos hasta que fijó la vista en la puertecilla que me mantenía dentro.
Estaba abierta.
Podía salir. Iba a poder sobrevolar los parajes qur más se le antojasen, comer las frutas/insectos (?) que le diese la gana, anidar en el árbol más precioso de todo el bosque.
Iba a conseguir su ansiada libertad.
No sabía cuándo ni quienes la habían abierto pero eso eran detalles menores.
No tenían la más mínima importancia.
Se dirigió hacia la pequeña verja de alambre dorado.
Las ilusiones habían cegado el frágil gorrión.
Salió y cuando había avanzado diez centímetros no pudo seguir. Aleteaba pero veía con impotencia que no conseguía ningún cambio.
Intentó una última vez, estirando con fuerza, y entonces visualizó mi sonrisa. Notó que algo iba mal, que era una mueca macabra.
Y, entonces, al forzar la cadena que le mantenía sujeto a su cárcel, el mecanismo se activó, y fue atravesado por una gillotina. Murió al instante.
Cometió un error: no preguntarse quién o con qué propósito habían abierto.
Solo uno. Llevar a cabo mi misión, pues soy La Muerte.
domingo, 7 de julio de 2013
Aliento de vida. Uno.
La miraba invisible, escondida entre las tinieblas.
Frágil como una fina capa de hielo, temblaba. Y tenía sus razones.
Se encontraba entre la espada y la pared, literalmente.
El muro que se extendía a sus espaldas la había cogido desprevenida. Al estar más pendiente del filo que la amenazaba, no había calculado correctamente las distancias.
Ahora ya no tenía escapatoria.
Rodeada por dos partes, miró a su izquierda. Era una esquina («Maldita sea»), el muro se doblaba en ese punto.
En busca de un respiro, miró a su derecha. Solo vio las sombras, pues no podía saber que la esperaba. Todavía me mantenía oculta.
La punta del florete empezaba a estar peligrosamente cercana.
La desesperación no le permitió prever o pensar qué podía encontrarse y se lanzó en dirección mía corriendo.
«Es el momento» me dije.
Esperé al instante en que me iba a atropellar para hacerme notar. Cuando se fijó en mí, palideció y supo que era su final.
Sus últimas palabras fueron mi nombre.
«La muerte.»
martes, 11 de junio de 2013
Hablemos del caos.
Hablemos de la nada.
Hablemos de las apariencias.
Muramos sin más.
Muramos sin despedidas.
Muramos sin palabras.
Muramos sin lágrimas.
miércoles, 5 de junio de 2013
Vida -parte 8-
Me fascinaba hasta el punto de olvidarme de mi propia fatiga.
Se interponía cierto problema.
No sabía absolutamente nada sobre convencionalismos sociales de esta población submarina y temía ofenderle sin ser consciente de ello.
"Busno, se aprende con la experiencia, y ahora soy como un niño para ellos" pensé.
Le pregunté si podía salir a dar una vuelta y me contestó que sí pero con la condición de que le permitiese acompañarme. Supuse que sería por no perderme y le aseguré que procuraría aprender el camino para recordarlo más tarde.
Se río (otra vez, esa carcajada cristalina) y me aseguró que no era eso.
"En absoluto, no dudo de tu eficiencia, pero temo por tu vida. No sabes qué tipo de personas hay allí fuera..."
Al dejar la frase al aire, me acecharon miles de dudas.
"¿Qué podía contener esta población tan poco protegida, tan apacible, tan silenciosa, tan llena de silencio?"
Antes de que me diese cuenta, había formulado mi pregunta en voz alta.
"Si hay tan poca protección es porque procede de dentro y, para eso, no sirven ni las más altas murallas".
lunes, 3 de junio de 2013
Vida. Ciclo Dos.
viernes, 31 de mayo de 2013
sábado, 25 de mayo de 2013
Vida. Anexo. Aclaraciones.
Esta entrada no se trata de un nuevo capítulo. Sensillamente, un par de aclaraciones porque mediante comentarios y demás, he visto que hay bastantes puntos que no quedan claros.
Primero. El protagonista (sí, del que no sabemos ni el nombre) es chicO. Masculino. Varias veces me han dicho "chica" refiriéndose a él y yo me ofendería en su lugar.
Dos. No hay simbolismo. Al menos, no de momento. Ejem. Es tal cual lo describe. Lo máximo de símbolos que hay son las connotaciones y eso es bastante personal y depende más de vosotros que de mí.
Tres. No sé cuántos capítulos durará. Más o menos al quince supongo que llegaré, pero puede que siga y puede que me sobren. Van sobre la marcha.
Cuatro. Esto es una propuesta. ¿Queréis que ponga al final un link a youtube con la canción que suena de fondo mentalmente para mí? Será una especie de ambientación, para crear la atmósfera de suspense, podría decirse.
Y eso es todo. Para contestar a lo cuarto, dejad un comentario o decídmelo por alguna red social. He dejado los links en el lateral derecho, como novedad.
miércoles, 22 de mayo de 2013
Vida -parte 7-
"Sabía bien, ¿no?" me argumenté. Aun así, era consciente de que se podía disimular el sabor con suficiente condimento o, sencillamente, usando un brebaje insaboro.
Mientras yo rumiaba esto, el hombre me contemplaba. Quise agradecerle la comida y, en seguida, me asoló la duda de si me entendería. Además, hacía tiempo que no pronunciaba nada y se me había olvidado cómo era el propio timbre de mi voz.
Abrí la boca para comprobarlo y descubrí que sonaba extraña. Era como si la presión de las profundidades o la inacostumbrada atmósfera afectara el funcionamiento de mis cuerdas vocales.
Pronuncié un "Gracias" escueto hacia mi interlocutor y, por su expresión de alegría, deduje que me había comprendido perfectamente.
"De nada" contestó. La voz me llegó con una cedencia musical, melodiosa, como si brollara de una fuente.
Era como el sonido del agua, de la cascada más cristalina.
sábado, 18 de mayo de 2013
Impresionada. (Premio)
Bueno, estoy realmente estupefacta, pero desde el blog Dentro de un Corazón me han nominado a un premio. Es la primera vez y no sé ni cómo reaccionar, realmente.
En fin, muchísimas gracias.
Mis cinco mentiras más usuales son:
1) No, no me pasa nada, solo estoy llorando porque me duele la cabeza. (Ya, ya, la cabeza...)
2) Nada, nada, no era importante. (Momento que no se me entiende y no me apetece repetir.)
3) Tengo hambre. (Aunque sea normalmente al revés, debo decir esto para evitar explicar continuamente que no conozco el hambre y sencillamente es mi hora de auto-obligarse-a-comer.)
4) No sé qué decirte... (Es más bien, "Sé qué decirte pero te dolerá y prefiero callármelo".)
5) Solo voy a dormir media hora. (A la hora de la siesta, que siempre se alarga dos horas, xD)
Las preguntas:
1) ¿Cine o DVD?
Ninguno, no tengo ningún especial interés en el cine, prefiero mi imaginación.
2) ¿Chocolate negro o blanco?
Ni siquiera soporto el blanco, es muy graso. Para mí, no hay nada que sustituya una buena tableta de chocolate noir.
3) ¿Libro único o saga?
Depende. Si tengo prisa, libro único. Si me costará encontrar toda la saga, libro único. Pero si realmente vale la pena y no es meter trama insulsa, saga.
4) ¿Caramelos o golosinas?
Caramelos ácidos.
5) ¿Película o serie?
Serie, sin ninguna duda. Al menos, perderé menos el hilo y no durará solo tres horas.
6) ¿Pizza o hamburguesa con patatas?
O yo con la boca hecha agua siendo una indecisa. Me como los dos que tengo suficiente apetito. xD
Y ahora, los nominados.
nowhere
Uno más intentando escribir.
La Tumba Del Cuervo.
Vamos a andar por los cables.
Y Cuatro Suspiros.
Espero haber elegido con criterio y-y-y eso.
jueves, 16 de mayo de 2013
Surrealista.
que brilla en la oscuridad.
que se ondea en el plano.
que asciende al cielo.
Una emoción rojiza
que palpita en el interior.
miércoles, 15 de mayo de 2013
Cruel y despiadadamente.
en mil pedazos color rojo.
protegiéndolo de las reses.
hacían heridas insanas.
en mil pedazos color rojo.
daños demasiado palpables.
cientos de fracasos sufrieron.
en mil pedazos color rojo.
tarde el final fue percibido.
ligera tumba tinte tiza.
en mis pedazos color rojo.
miércoles, 8 de mayo de 2013
¡1000 visitas!
Cuando empecé a escribir, acababa de aprender a usar un lapiz para crear palabras, frases. Mi primer relato data del 2002 y trataba, ¿cómo no?, de dos princesas hermanas a la que una le tocaba el final feliz (la trabajadora, la feúcha) y a la otra, se quedaba más sola que la una (que casualmente es la perfecta). Creo que queda más que claro la visión que tenía de mí misma ya a esa edad.
Pongámonos en el diez de julio del año pasado. Gracias a la insistencia de una amiga, decidí abrir una bitácora y mostrar al "público" lo que, hasta entonces, era una actividad oculta, casi calificada de delictiva. La primera entrada fue esta.
No ha pasado ni un año desde entonces. Recibió unas cuatro visitas en su día. Contadas. Ahora, a principios de mayo del dos mil trece, cuando dejo el enlace, media hora más tarde, tiene entre diez y treinta visitas. Algo que me parecía imposible y me sigue pareciendo increíble.
Solo quiero deciros una cosa. Gracias. En serio. Esto me ha animado a seguri muchas veces, a que, en los malos momentos, sea capaz de ver que algo hago bien.
Vida -parte 6-
¿Avanzaba el tiempo en este lugar? ¿Los relojes se movían?
Un carraspeo me devolvió otra vez a la realidad. Al lado del picaporte había una figura humanoide. Sin embargo, tenía algo en su aspecto muy llamativo. Quizás era la desproporción entre sus piernas y el torso.
Quizás era algo en su expresión.
Me miró durante un instante que me pareció eterno. Fue como su hubiera examinado mi ser y, a partir de eso, hubiera tomado su decisión.
Con un gesto, me indicó que le siguiera.
"¿Era seguro?" me pregunté.
Me lancé al vacío, otra vez.
A medida que avanzábamos por entre las calles, veía una serie de miradas furtivas desde varias casas.
Por alguna razón, me temían.
Una atrevida niña (o incrédula) atravesó una callejuela por delante nuestra. Comprobé que la desproporción era típica en su fisonomía.
Llegamos a una pequeña edificación de solo una planta, con techo plano. Las paredes eran completamente blancas, encaladas.
Al entrar, todo el hambre, la sed, y el cansancio de los últimos días me golpeó de repente y caí, moribundo, al suelo.
El guardia me arrastró con ciertas dificultades hasta la única cama que había en la habitación, cerré los ojos y un pesado sueño se apoderó de mi mente.
martes, 30 de abril de 2013
Hasta nunca.
adiós.
Me alejaré,
y huiré,
y desapareceré,
y no volveré.
jueves, 25 de abril de 2013
Vida -parte 5-
La última imagen que conseguía era un cielo estrellado. Precioso.
Levanté la vista en un intento de conocer la hora exacta.
Agua. Estaba rodeado de agua. Encima mía, había una especie de cúpula de algún material transparente (¿Cristal, podría ser?) que mantenía una atmósfera respirable en las profundidades acuáticas.
¿Quien lo habría creado? pensé.
Repuesto ya de la sorpresa inicial, empecé a caminar para encontrar vida, comida, o el límite de aquello.
No podía ser infinito.
A medida que andaba, aparecían diversas plantas de extraños colores que podían ser comestibles, pero también existía el peligro de envenenamiento al que no quería arriesgarme.
Había, además, una especie de huertos cultivados lo que me aseguraba la existencia de seres inteligentes. Sin embargo, no via a nadie.
¿Dónde vivían?
Seguía avanzando pese al cansancio de varios días pero no podía rendirme ahora que había encontrado la posible salvación.
Escalé una pequeña elevación y, tras ella, descubrí una muralla que, desde mi posición, pude contemplar que contenía casas.
Con la emoción del momneto, apareció una energía en mí que no creía posible por las penurias y corrí hasta alcanzarla.
En la puerta de la ciudad, llamé.
No había guardias en el exterior.
martes, 23 de abril de 2013
Replanteamiento.
Sé que hace un mes escaso, dije que intentaría subir dos entradas por semana; una, los lunes y otra, los jueves. Pues he descubierto que podía mantener ese ritmo en periodo de vacaciones, pero que, ahora, en pleno último trimestre y finales, no me conviene. Puedo hacerlo, pero van antes cosas que considero más importantes y por eso, no lo voy a cumplir.
Intentaré que haya algo cada jueves, pero tampoco prometo nada. Puedo daros mi palabra de que cada semana (el día es otro asunto) subiré.
Y eso es todo.
Gracias.
jueves, 18 de abril de 2013
La condesa.
¿sabes lo que te espera en tal casa?
¿qué es? ¿Quién es aquella deforme masa?
¿Y qué es? ¿De qué es esa bebida dada?
No abras esos lúgubres aposentos.
No preguntes por la negra leyenda.
¿Seguirás, tentarás la oscura senda?
Preguntas sin soluciones, a cientos.
Ves, acompaña a la grácil señora,
ves, enfréntate a la curiosidad.
Acabas de firmarte tu última hora.
En el vil líquido introducida:
"Dijo: 'Te serviré con lealtad',
y me dio su roja alma por mi vida".
lunes, 15 de abril de 2013
Buenos días.
miércoles, 10 de abril de 2013
Vida —parte 4—
lunes, 8 de abril de 2013
Me he quedado sin títulos
jueves, 4 de abril de 2013
Vida — parte 3—
lunes, 1 de abril de 2013
Cadenas.
en la más desolada e infeliz soledad.
era como si desapareciese toda adversidad.
se convirtió en su contra el cosmo, la inmensidad.
¿quién era para ir contracorriente? Un solo hombre.
jueves, 28 de marzo de 2013
Tangible.
Cartas que nunca fueron enviadas.
lunes, 25 de marzo de 2013
"Dulces sueños, bella durmiente!"
sábado, 23 de marzo de 2013
Vida —Parte 2—
domingo, 17 de marzo de 2013
Episodio final.
sábado, 16 de marzo de 2013
Letras y besos de sangre.
de la vigilia.
Había desaprendido a distinguir la mentira
de la sinceridad.
Había desaprendido a distingui el amor
del odio.
Y decició que, al final, solo es reallo imaginado, porque el resto está poblado de mentiras.
martes, 12 de marzo de 2013
Fuego.
de Guerra, un ente descontrolado.
Solo ruinas y terror sembraba,
abre los ojos, en ambos lados.
Se duerme con el toque de queda,
primera explosión despertante,
se refugian en la arboleda.
Es miedo y miseria latente.
¿Realmente existe la feliz paz,
la conocerá la terrenal faz?
¿O serán como un animal rapaz?
¿Sacumbir a la debilidad,
o seguir combatiendo sin final?
Es el eterno dilema letal.
miércoles, 6 de marzo de 2013
Efímero.
La otra cama de su habitación en el hospital había sido ocupada.
Esperó a que se despertara y se presentaron. Nívea se llamaba y padecía del mal conocido como "huesos de cristal". Aunque no se lo preguntó, la joven supuso cuál era su enfermedad pues saltaba a la vista. El letal cáncer.
Fueron unos días de feliz convivencia. Estar solo era más fácil, quizás, pero otorgaba demasiado tiempo libre, demasiada soledad, y aburrimiento, mucho aburrimiento.
Con la aparición de la chica, descubrieron las largas noches de insomnio compartidas, las penas ajenas cuando te afectan, las risas que iluminan los amaneceres, los intentos de chiste cuando pretendes alegrar a otro, descubrieron la felicidad incluso estando ingresados.
Aun así, poco duró. Sabía desde hace varios meses que le quedaban, a lo sumo, un par de años de vida. Pero todo se precipitó.
Un día, Nívea despertó y se encontró una sorpresa. En la otra cama, había muerto, con una sonrisa celestial. Y se rompió.
martes, 5 de marzo de 2013
Malas pesadillas.
Esto ya es rutina, pero aquí os dejo mi nueva entrada en Cuatro Suspiros.
Espero que la disfrutéis.
lunes, 25 de febrero de 2013
Vida -parte 1-
Me encontraba en el interior de un viejo baúl de madera pero, tal y como estaba de espaldas, no era capaz de concretar dónde estaba.
Después de luchar contra el entumecimiento de mis músculos, contra la resistencia que ofrecían las articulaciones tras mucho tiempo sin moverlas, conseguí levantarme.
Al asomarme por el borde, casi me caigo de la sorpresa.
A la deriva.
Todo lo que veía a mi alrededor se comprendía de agua, más agua, y más agua.
Golpeé un poco el suelo para comprobar si estaba sujeto el baúl a alguna base, pero rápidamente comprobé que como siguiera agitándome de esta manera tan brusca, se llenaría, llevándose consigo cualquier posibilidad de sobrevivir.
Empecé a pensar cuántos días podía seguir así, sin comida, agua potable, en la más absoluta nada.
—Poco— se me escapó en voz baja.
Dos o tres días a lo sumo.
—Bueno— pensé—, al menos planteemos cómo podemos cambiar esta situación. Rendirse tan rápidamente no es correcto.
Asomando mis brazos por la proa, comencé a bracear, intentando desplazarme lo más rápido posible.
Debía haber tierra firme en algún lugar, y haría todo lo posible para llegar.
jueves, 7 de febrero de 2013
¿Te acuerdas?
¿Te acuerdas? Hablábamos todos los días, como si nos conociésemos desde siempre.
¿Te acuerdas? Me prometiste que jamás te cansarías de hablar conmigo. Que nunca te aburrirías de sacarme tema.
¿Te acuerdas? Nuestros horarios se volvieron incompatibles, cada vez hablábamos menos, pero yo aún no me había dado cuenta.
¿Te acuerdas? Me dijiste que me echabas de menos, pero no hiciste nada para remediarlo.
¿Te acuerdas? Se volvió en un vicio, una droga, escuhar tu voz. La ansiaba demasiado.
¿Lo ves? Ya te has cansado de mí, ya me alejas de ti como si fuera una enferma de la peste.
¿Lo sientes? No es solo tu culpa. Es tan mía como tuya. Por haberte dejado que entres en mi mundo, por haberte invitado a que formaras parte de él sin tomar precauciones, sin saber nada de ti.
¿Te aviso? Me alejaré de ti, cuando te abandonen no vuelvas a mí, olvídate de mi nombre, de mi existencia.
Será como si jamás hubiera formado parte de tu vida.
lunes, 28 de enero de 2013
Lluvia.
al descubrir los engaños,
pues me lleno de rabia.
Caen las gotas
al ver las promesas rotas,
pues me empaño de dolor.
Suenan latidos
al ver morir los habidos,
pues me embarga el rencor.
miércoles, 16 de enero de 2013
Reloj de arena
perfecto.
Traición en un instante
impactante.
Destrozos en un segundo
inmundo.
Lágrimas de mi sangre
goteante.
Lechos de rocío,
cariño.
Tumbas de solo horas
encantadoras.
sábado, 5 de enero de 2013
Purgatorio.
Dejé mis cavilaciones en ese instante y seguí corriendo con toda la velocidad que podían adquirir mis piernas. A lo largo de los años, había aprendido que la rapidez no era precisamente mi fuerte y que mi sentido del equilibrio podía traicionarme en cualquier momento. Aún así, decidí confiar en mi suerte, pues otra cosa no podía hacer, e intenté correr más rápido. Sin embargo, cada vez que lo hacía, sentía que los objetos a mi alrededor se movían con más lentitud.