lunes, 25 de marzo de 2013

"Dulces sueños, bella durmiente!"

Ese andar desacompasado,
de muerta viviente,
de muñeca rota,
que te acompañaba siempre;
mientras yo te contemplaba
y me veía impotente.

Te caías una y otra vez,
y cuando te levantabas,
una nueva fisura, una grieta
más, que ocultar intentabas;
mientras yo te observaba
y miraba cómo sangrabas.

Aunque tú lo niegues, mi reina,
ya has sido desechada.
Callabas demasiado entonces
entre tus jerséis de algodón y lana;
mientras yo te lloraba
y era tu declive, mi hada.

Tres días más tarde,
fue tu funeral recordado,
pero tú aún no lo sabías,
que el final se había aproximado;
mientras yo te preparaba
tu último beso envenenado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Los comentarios suelen ayudar a crecer, sobre todo, si indican qué se debe mejorar o los posibles puntos flacos. Gracias.