Querida Nada:
Últimamente,
muchas veces me dicen que sirvo para ti, para Nada. También mencionan tu
mellizo, Nadie. Que estoy en compañía de Nadie. Dale las gracias de mi parte
por aguantarme todos los días, no sé cómo lo hace. ¿No se cansa de mí?
Otra cosa, ¿dónde
vives? Si estoy a tu servicio, si prácticamente soy tu esclava, no sé cómo
llego a tu casa. ¿Me teletransporto en sueño, quizás?
Respóndeme estas
preguntas por favor, antes de que sea demasiado tarde.
Atte.: Tu amiga.
No te disculpes, que está precioso, así de cortito como es.
ResponderEliminarEs complicada la soledad, y más aún si está acompañada por el sentirse inútil. Nos hunde de una forma que uno no se imagina. Pero siempre hay una salida de eso. Siempre hay una salida de todo, en realidad. La mejor que conozco es darse cuenta de que quizá no conocemos a la gente que tenemos que conocer (aún), e intentar mentalizarnos de que podemos hacer lo que nos proponemos, esto último acompañado de mucha práctica.