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sábado, 25 de octubre de 2014

A golpes

El primer golpe, las dudas.
No, no puede ser. Debo ser como los demás.
No, no puede ser. ¿O sí?

(Sí fue.)

El segundo golpe, la aceptación.
Pero bajito. No debe saberlo nadie.
Pero bajito. ¿Y por qué no puedo gritar?

(Asfixiaba.)

El tercer golpe, las pérdidas.
Otro que se aleja. Quizás es culpa mía.
Otro que se aleja. O nunca valió la pena.

(Qué tóxico.)

El cuarto golpe, la casa.
Solo que no llegó. A cambio un "¿Y?".
Solo que no llegó. "No te vamos a querer menos".

(Este no-golpe también acabó en lágrimas.
Sin embargo, eran distintas de las anteriores porque fueron con la dulzura de la felicidad.)

____________________________

Nota: la idea no es mía, sino que de @amargadacuqui, yo solo he puesto las palabras.

miércoles, 15 de octubre de 2014

Psicosis

Mira a tu oponente a los ojos,
captura su mirada,

embrújate de ella.

Y empieza la vuelta atrás.

Prepara los puños,
extiende los dedos,
crújete los nudillos,
cierra la palma con fuerza
brazos en posición de ataque.

Tres, dos, uno...

Golpea con agresividad,
escúpele a la cara,
derecha, izquierda,
un costado, estómago,
el costado contrario.

No le dejes descansar.

Hazle daño,
no pienses en el dolor,
no mires la sangre que corre por tu cuerpo,
rojo líquido vital,
mantén el cuerpo en tensión.

(sin previo aviso, vuelve a la realidad)

¿Qué has hecho?

A tu alrededor, hay cristales rotos de lo que fue un espejo, tu oponente no era nadie ajeno a tu cuerpo, su dolor era tu dolor. No, no llores, no llores, las lágrimas solo consumirán más energía, y necesitas recuperarla.

Respira y duerme.

miércoles, 30 de abril de 2014

Deseos

Quisiera ser polvo,
y, como polvo, desvanecerme,
esparcirme y ser arrastrada
plácidamente.

Quizás, fuera mejor ser viento,
y, como viento, controlar
el vasto océano,
sin temer las tempestades.

O ser huracán,
y, como huracán, arrancar
de cuajo, edificios mal construidos,
y obligar a mejorar.

Quisiera poder limpiar
el mundo de daño,
sin olvidar que existió
para no repetir errores.

miércoles, 5 de febrero de 2014

[Número]

Te ofrecí mi nieve manchada
y la aceptaste
y la abrazaste
y la rodeaste con tu calidez

Creé, creaste, creamos
bellísimas esculturas de humo.
Apenas duraban visibles
pero su efecto subsistía largamente.

Odié las grandes mareas
y preferí disfrutar
las nimias, constantes,
las que atraviesan el tiempo (sin [des]aparecer).

Dos órbitas
que encajaron maravillosamente
y, sin chocarse,
vuelven a encontrarse a la noche.

Casualidades que inundan
de luz, ilusión,
y llenan de feliz harmonía
sin apenas esfuerzo.


« ...y te convertiste en poesía... »

lunes, 7 de octubre de 2013

Castillos de cristal.

Alzabas la límpida mirada, 
y vislumbrabas los reflejos 
sobre aquel cristalino castillo 
que creaba con iluminados 
haces la colosal estrella.

Se trataba del más preciado tesoro, 
de la más gigantesca maravilla, 
que hubo sobre el planeta.

No obstante, ninguno de sus visitantes era consciente de un importante detalle: su fragilidad.

Y, por eso,
                 un día
                           una violenta
                                             tempestad
                                                             acabó
                                                                       con toda
                                                                                     su belleza.
Y de qué sirve
un bonito castillo                      
si es de cristal                                                
y tan frágil                                                                      
que las olas                                                                                       
lo rompieron                                                                                                         

al primer roce.                                                                                                                             

martes, 11 de junio de 2013

Hablemos del vacío.
Hablemos del caos.
Hablemos de la nada.
Hablemos de las apariencias.

Seamos lo menos posible.
Seamos lo más vacuo existente.
Seamos lo más insustancial.
Seamos lo más sinsentido.

Muramos sin más.
Muramos sin despedidas.
Muramos sin palabras.
Muramos sin lágrimas.

(Y dejemos que el mundo nos destruya.
Y dejemos que el mundo nos gane.
Y dejemos que el mundo nos coma.
Y dejemos de luchar.)

lunes, 3 de junio de 2013

Vida. Ciclo Dos.


Pequeños soplos de vida
-como una melodía-


que señalan la salida
de la ciudad con una brisa.

viernes, 31 de mayo de 2013

miércoles, 15 de mayo de 2013

Cruel y despiadadamente.


Érase un corazón roto
en mil pedazos color rojo.

Llevaban mucho tiempo, meses,
protegiéndolo de las reses.
Las pretesamente humanas
hacían heridas insanas.

Érase un corazón roto
en mil pedazos color rojo.

Destrozos irrecuperables,
daños demasiado palpables.
Muchos médicos se rindieron,
cientos de fracasos sufrieron.

Érase un corazón roto
en mil pedazos color rojo.

Ya débil era su sonido,
tarde el final fue percibido.
Nimio funeral de ceniza,
ligera tumba tinte tiza.

Fue un viejo corazón roto
en mis pedazos color rojo.

jueves, 18 de abril de 2013

La condesa.

Bella, joven doncella contratada,
¿sabes lo que te espera en tal casa?
¿qué es? ¿Quién es aquella deforme masa?
¿Y qué es? ¿De qué es esa bebida dada?

No abras esos lúgubres aposentos.
No preguntes por la negra leyenda.
¿Seguirás, tentarás la oscura senda?
Preguntas sin soluciones, a cientos.

Ves, acompaña a la grácil señora,
ves, enfréntate a la curiosidad.
Acabas de firmarte tu última hora.

En el vil líquido introducida:
"Dijo: 'Te serviré con lealtad',
y me dio su roja alma por mi vida".


lunes, 8 de abril de 2013

Me he quedado sin títulos


—Despojo humano,
cuerpo putrefacto,
títere exánime,
háblame.

—Idiota invisible,
regazo de mimbre,
belleza ajada,
calla.

»¿Y qué decir ya,
si la voz muerta yace?
¿Y qué gritar más,
si la ilusión no pervive?

lunes, 1 de abril de 2013

Cadenas.


Al fondo del pozo, estaba encadenado.
Más abajo, nada más que profunda oscuridad,
si levantabas la vista un instante, el final anhelado.

Luchaba siempre, día y noche, a todas horas,
en la más desolada e infeliz soledad.
Las luces del final brillaban, eran encantadoras.

Una mañana, una grata sorpresa le esperaba.
Gritó “Quiero salir de esta oquedad”.
De los grilletes oxidados se liberaba.

El esperado ascenso se volvió inolvidable,
era como si desapareciese toda adversidad.
En su rostro, solo el rastro de una sonrisa afable.

Cuando tocaba el final, cuando ya alcanzaba,
se convirtió en su contra el cosmo, la inmensidad.
Miles de tentáculos se alzaron, se desvaneció el alba.

Desesperanza era su nuevo lema, su nuevo lema.
Con el paso del tiempo, la ceguera ya no es novedad,
¿quién era para ir contracorriente? Un solo hombre.

lunes, 25 de marzo de 2013

"Dulces sueños, bella durmiente!"

Ese andar desacompasado,
de muerta viviente,
de muñeca rota,
que te acompañaba siempre;
mientras yo te contemplaba
y me veía impotente.

Te caías una y otra vez,
y cuando te levantabas,
una nueva fisura, una grieta
más, que ocultar intentabas;
mientras yo te observaba
y miraba cómo sangrabas.

Aunque tú lo niegues, mi reina,
ya has sido desechada.
Callabas demasiado entonces
entre tus jerséis de algodón y lana;
mientras yo te lloraba
y era tu declive, mi hada.

Tres días más tarde,
fue tu funeral recordado,
pero tú aún no lo sabías,
que el final se había aproximado;
mientras yo te preparaba
tu último beso envenenado.

domingo, 17 de marzo de 2013

Episodio final.


Entre tinta,
gritaba.
Era la única
que escuchaba.

¿No te has cansado
de esperarme?
¿No te has hartado
de ausentarme?

Dejé de jurarme
el seguir,
cuando vi
lo veloz que fui
para alejarme.


sábado, 16 de marzo de 2013

Letras y besos de sangre.

Había desaprendido a distinguir el sueño
de la vigilia.
Había desaprendido a distinguir la mentira
de la sinceridad.
Había desaprendido a distingui el amor
del odio.
Y decició que, al final, solo es reallo imaginado, porque el resto está poblado de mentiras.

martes, 12 de marzo de 2013

Fuego.

El poder destructor contemplaba
de Guerra, un ente descontrolado.
Solo ruinas y terror sembraba,
abre los ojos, en ambos lados.

Se duerme con el toque de queda,
primera explosión despertante,
se refugian en la arboleda.
Es miedo y miseria latente.

¿Realmente existe la feliz paz,
la conocerá la terrenal faz?
¿O serán como un animal rapaz?

¿Sacumbir a la debilidad,
o seguir combatiendo sin final?
Es el eterno dilema letal.

lunes, 28 de enero de 2013

Lluvia.

Tiemblan mis manos
al descubrir los engaños,
pues me lleno de rabia.

Caen las gotas
al ver las promesas rotas,
pues me empaño de dolor.

Suenan latidos
al ver morir los habidos,
pues me embarga el rencor.

miércoles, 16 de enero de 2013

Reloj de arena

Espera hasta el momento
perfecto.
Traición en un instante
impactante.

Destrozos en un segundo
inmundo.
Lágrimas de mi sangre
goteante.

Lechos de rocío,
cariño.
Tumbas de solo horas
encantadoras.

viernes, 14 de diciembre de 2012

Versos de muerte.

Palabras de hiel
Que saben a miel.
Palabras de ponzoña
Que te hacen doña.
Palabras que jamás
Lo son sin más.

Palabras envenenadas
Que te siguen cual hadas.
Palabras mortíferas
Con frecuencia, somníferas.
Palabras que jamás
Lo son sin más.

Palabras afiladas
Que te hieren cual espadas.
Palabras que te hacen fiel,
Que te rasgan la piel.
Palabras que jamás
Lo son sin más.

martes, 13 de noviembre de 2012

Queriendo desaparecer cada vez que eres amada.

Cuando querer no es tu fuerte,
¿cómo puedes aspirar a ser querida?
Cuando odias a a la mitad de la humanidad,
¿cómo puedes esperar algo diferente al odio?

Cuando querer te cuesta meses, si no son años,
¿cómo puedes creer un "Te quiero" de días?
Cuando tu corazón está embriagado de rencor,
¿cómo puedes creer en ser perdonada?

Cuando apenas confías en las personas,
¿cómo puedes reaccionar al confías los demás en ti?
Cuando tú sentirías celos, envidia, rencor, odio,
¿cómo puedes creer que el resto va a pasarlo por alto?

No lo mereces, y lo sabes,
Eres consciente de ello pero
Nunca serás capaz de enfrentarlo.
De pedirlo, de gritarlo.

Y seguirás recibiendo
Un amor inmerecido,
Temiendo muestras de cariño
Que te duelen más que sanan.


Evitando que se encariñen contigo
Porque sabes que no será recipróco,
Huyando de la simpatía de los demás
como de la peste, una enfermedad letal.