viernes, 31 de mayo de 2013

Vida. Ciclo uno.

Y quizás vivimos
con tanta prisa
que no percibimos
el sabor de la risa.

Ya sé que es muy cortito, pero sin tiempo solo soy capaz de escribir una estrofa. Y ni siquiera sé cómo he podido escribir esta. Simplemente, llevaba sonando en mi cabeza como una melodía que me empujaba a seguir que empecé a reír y me di cuenta de que solo necesito eso para ser feliz: reír.
En serio. Ojalá todo fuera tan fácil.
Veré si para la semana que viene, tengo capítulo. De momento, ni una palabra ni siquiera un esbozo mental. (No esperéis nada antes de viernes.)

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