martes, 6 de noviembre de 2012

Desquerida.

Llegaste en mi vida y decidiste entrar.  
Yo no te lo pedí.
Te formaste una idea errónea, idílica de mí.  
Yo te dije que no era así.
Me lo negaste, seguiste creyendo en tu idea.
Supe que no me querías si descubrías quién soy.
Amaste la idea que tenías de mí, no quién era.
Te advertí que no te servía.
Me hacías quererme cada día.
Intenté parar a tiempo, pero ya te quería.
Abriste los ojos, te decepcionaste.
Te eché de menos, te pedí perdón por ser así.
Me abandonaste sin palabras.
El silencio me envenenaba.

Quieres ahora recuperarme. Pero tampoco estoy segura.
Te odio gracias a tu propia esencia. 

"Aléjate de mí y deja de dañarme."

1 comentario:

  1. Qué doloroso... ¿es algo que te pasó en serio?
    Es complicado esto de la idea que se hace la gente respecto a nosotros. Por más que mostremos una cosa, a veces se interpreta como otra... y no es raro perder a alguien a causa de eso. Aún así, sigue siendo, como ya dije, doloroso. Creo yo.

    ResponderEliminar

Los comentarios suelen ayudar a crecer, sobre todo, si indican qué se debe mejorar o los posibles puntos flacos. Gracias.