Era martes trece. Sin embargo, tenía la sensación de que sería un buen día.
Salí de casa, casi me atropellan al no fijarme al cruzar la calle, me dieron un suspenso, perdí un relato al borrarlo sin querer, me peleé con una amiga, pero aún así se podía considerar un buen día.
Porque seguía viva. Y aprendí que eso es lo más importante.
Así se piensa :). Hay días complicados, pero uno tiene que ver lo bueno. Un día sólo pasa a ser "malo" si sólo vemos las cosas negativas que nos pasaron y comenzamos a hacernos problema por cada una de ellas.
ResponderEliminar