Y eso hiciste.
Empezaste con una débil sonrisa,
se ensanchó,
se convirtió en una carcajada.
Y, entonces, empezaste a llorar.
Ya no se pudo distinguir
entre sollozo y carcajada.
No se sabía dónde estaba el inicio
y el final de cada una.
¿Acaso son diferenciables? Sólo son las dos caras de la misma moneda, dulzura.
Recuerdo una vez en la que reí llorando. Pero en ese caso era un llanto de felicidad.
ResponderEliminarEstaba hablando con mi mejor amiga por chat, hace un par de años, y en esa época ni ella era tan afectiva ni nos veíamos mucho. Pero recuerdo que ella había comenzado a hablar de lo mucho que me apreciaba, y me emocioné. Pero estaba felíz, entonces seguía sonriendo.
Siempre voy a recordar que ella, esa vez, cuando le dije me escribió : "¿Y qué es más hermoso que la lluvia en un día soleado?".
Cómo me sacás la parte profunda con tus entradas, eh xD.